No quiero parecer un romántico, ni menos un nostálgico, pero quise escribir sobre Torredelcampo, mi pueblo, antes de que empezaran a desdibujarse entre las telarañas de mi memoria, los recuerdos de mi infancia y mi adolescencia que tanta huella dejaron en mis adentros.
A través de mi escritura, quiero mostrar estampas de aquellos años del pueblo donde germinó mi vida, y que ausente de él desde hace ya más de cuatro décadas, siempre lo he llevado y lo sigo llevando en mi corazón.
En la gran mayoría de mis relatos dibujo a mi pueblo tal y como yo lo viví en la época de mi niñez y adolescencia; el espacio de tiempo que va desde mis más tiernos recuerdos de la infancia, hasta mi éxodo. Un periodo cargado de matices grises, de una España de posguerra, de penurias, de privaciones y necesidades, y cómo no, de emigración, llegando esto último a ser para mi una de las mayores tragedias ocurridas en nuestro pueblo.
Escribir para alimentar mis sentimientos, mis sentimientos, -recalco-, creo que es mucho más hermoso y enriquecedor que aquellos que lo hacen para buscar otros fines. Pero para escribir, necesitas el apoyo moral de alguien que te anime. No sólo basta aferrarse a la voluntad que uno pueda tener, necesitas el báculo donde puedas sostenerte. Tuve suerte, y encontré a personas que me animaron, algunos, avezados y diestros en esto de las letras. También encontré la meritoria paciencia de mi mujer.
Dicho esto último queda claro para aquellos que no me conozcan que no soy un literato. La mayor parte de mi vida la he dedicado a los números, pero mi afición por la lectura y la escritura la llevo en mis genes, sostenida y alimentada desde muy niño por mi abuelo materno, a quién le debo esta vocación.
Muchos de estos escritos a los que doy vida en este blog, ya vieron la luz en el periódico desaparecido NCV Nuevo Camino Viejo, de Torredelcampo. Muchas de las fotos pertenecen al libro: Torredelcampo en el Recuerdo, cuyos autores son Alfonso Maldonado Eliche, José Alcántara Blanca y Juan Moral Gadeo.
Espero y deseo que mis relatos sirvan a todos aquellos que quieran saber de las costumbres, tradiciones y el modo de vida de una época torrecampeña.
Antero Villar Rosa
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