Foto de Julián Ruiz
PASEANDO
MI INSOMNIO
Ando por las calles silenciosas de mi
pueblo, por calles que antes fueron veredas viejas. Camino en la noche que es
la mitad de la vida cuando mi vida es ya casi toda noche.
Es Noche Buena. Del estruendo al
silencio, del bullicio a la calma. Ya se apagaron los cánticos de villancicos y
murió el eco de la última puerta al cerrarse.
Duerme la calle cuando la gente no está.
Camino por ellas paseando a mi alma. ¡Qué paz! ¡Que sosiego! ¡Qué silencio! Sólo
se oyen mis pasos y
ladridos de perros vagabundos a lo lejos.
Entre la neblina con un beso blanco de
escarcha, las luces mortecinas de los faroles barnizan a los adoquines con retazos
de un mar de cristal, mientras que el frío manto de la bruma se balancea
asustado cuando el reloj de iglesia desgrana cuatro sonoras y lentas campanadas
en la gélida madrugada.
No me siento solo, presiento que calladamente
desde alguna oscura ventana, tras de una cortina, ojos pocos discretos e
insomnes me auscultan y hasta radiografiarán la frescura del marisco de mi
extinta cena.
Mañana será Navidad y los pájaros en los
tejados se preguntarán dónde estárán los panaderos, los tractores, los
remolques y las voces de los aceituneros. No habrá nadie en los Jardinillos, ni
en la “chismosa” pregoneros, todos seguirán acostados, al menos hasta que se
vaya el churrero.
Lamento que se acabe mi vigilia, que se
acabe mi paseo. Quiero ahora seguir despierto para soñar que aún estando lejos
sigo caminando por las calles de mi pueblo. Dejo dormir a las calles mientras
que yo, con estos gratos recuerdos, la noche de Noche Buena, de madrugada,
mientras esto escribo, tengo que dejar de hacerlo porque me estoy quedando dormido.
**********************
¡Feliz Navidad! A todos, paz, amor, prosperidad y un venturoso
año 2016 lleno de esperanza.