Decía yo en mi entrada anterior:
... que Torredelcampo fuese conocido como Osaria en tiempos tan remotos, francamente me ha sorprendido ya que no lo había oído nunca en los años que tengo. Por eso quisiera que los doctos en historia de nuestro pueblo, -por cierto, sé que los hay muy buenos- me corroborasen o desmintiesen que nuestro pueblo en sus primeros orígenes se llamase Osaria.
Juan Moral Gadeo, torrecampeño y amigo, quién en su blog “Torredelcampo y su historia” acostumbra a deleitarnos con relatos sobre la historia de nuestro pueblo, al informarle yo sobre el tema que nos ocupa, y sabido de su inquietud por estas cuestiones, yo daba por hecho que iba a recalar en quien es un erudito e ilustrado en la verdadera historia de nuestro pueblo, en nuestro paisano: Juan Carlos Castillo Armenteros, a quien quiero agradecerle enormemente que me haya aclarado esta duda que me suscitó al entrar en una página de Internet de forma casual.
Despejadas todas las incógnitas infundidas por aquellos falsos cronistas e historiadores de aquella época, -ahora abundan más-, me siento en la obligación moral de desmentir esta fábula, y para dejar constancia de que Osaria, no tiene nada que ver con Torredelcampo, ni tampoco de que Santa Flora sufrió martirio en los alrededores de nuestro pueblo, transcribo el escrito del ya mencionado don Juan Carlos Castillo Armenteros, Profesor Titular de Historia Medieval, de la Universidad de Jaén, a quién reitero de nuevo mi agradecimiento, por sacarme de dudas, y también a mi amigo Juan Moral Gadeo que supo llegar hasta la verdadera fuente de la verdad.
Hola Juan, me temo que nuestro paisano Antero Villar Rosa ha seguido al pie de la letra lo referenciado por Bernardo de Espinalt en el Atlante Español (1787) Tomo XIII, pp. 279-285 (sobre todo en la página 283), error al que yo ya aludí en mi pregón de la Romería de 2005, publicado en el 2006, en el que en la página 65 y 66 aclaro esta cuestión:
"…. Este culto se mantuvo hasta bien entrado el siglo IX, como lo atestigua la presencia de comunidades cristianas muy activas en la zona, bajo la dirección del obispo de Martus/Tuss (Martos). Comunidades en las que caló profundamente el espíritu cristiano de los denominados Mártires de Córdoba, y entre ellos Santa Flora, refugiada según los documentos de la época en el asentamiento de Tucci Vetus, y que podría identificarse con Tosiria / Tosaria / Osaria (Torredonjimeno)2, donde arqueollógicamente se ha constatado la existencia de un importante asentamiento visigodo-emiral, y no en Torredelcampo, como señala una leyenda local, inducida por los errores recogidos en los falsos cronicones."
En la nota 2 de la página 67 incido en la cuestión del error:
"Datos que contradicen la leyenda que sitúa a Santa Flora en Torredelcampo. Ese error fue recogido en el Atlante Español por Bernaldo de Espinalt (1787) (Publicado por F. Olivares Barragan Atlante Español de Bernardo de Espinalt. Transcripción, comentarios y ampliación. Jaén, 1980), quien analizando la obra de Argote de Molina, identificó erróneamente Aucci (Tucci Vetus) con Osaria Bitosira (Tosiria/Osaria, actual Torredonjimeno) con Torredelcampo. Inmediatamente, B. Espinalt ubica a Santa Flora en el 851, durante el gobierno del "tirano Manoma V, rey moro de Córdoba", cuando se está refiriendo al Emir Muhammad I, en cuyo mandato se produjeron los sucesos conocidos como el " Movimiento de los Mártires de Córdoba". La interpretación de B. Espinalt, se contradice con las propuestas recogidas en el documento que estudio D. Juan Montijano Chica "La aportación de la Diócesis de Jaén a los martirios de los mozárabes cordobeses del siglo IX". Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, X – XV, Jaén, pp. 9 - 40".
El texto del Atlante relativo a Torredelcampo también fue publicado en la Revista D. Lope de Sosa, 1926, pp. 78 – 80 (también copiado por Manuel Acedo en un articulo titulado Lugar de la Torre del Campo en Lope de Sosa, 1930). Pero si te fijas en ese mismo artículo también se recoge lo que el Atlante describía de Torredonjimeno, y que casualidad entre las páginas 80 y 81 se dice: "…. fue esta Villa en tiempos de los Romanos de grande consideración. Antiguamente fue la Ciudad de Tosiria y después Osaria, ….". En fin ni el propio Bernardo se aclaró…
Un texto muy interesante que zanja definitivamente esta confusión. Unos errores que fueron transmitidos por Ximena Jurado, Ambrosio Morales, Rus Puerta, en el siglo XVII, bajo el auspicio del Obispo Baltasar Moscoso Sandoval, con la intención de localizar antiguos mártires y lugares de martirio de cristianos, en una época en la que triunfa la Reforma Protestante. Es el momento de la localización de los restos óseos en Arjona de los mártires de Arjona, San Bonoso y Maximino, y de otros tantos, cuando lo que excavaron de forma intencionada fue una necrópolis argárica. En esa época se falsificaron monedas y epígrafes de manera intencionada para localizar los sitios de Iliturgi, que se identificó erróneamente con un lugar conocido como los Villares de Andújar, allí esos cronistas dijeron haber localizado monedas con la acuñación de Iliturgi, y lápidas con ese mismo nombre, cuando todo era un claro montaje, ya que Iliturgi se localiza en Cerro Maquiz (Mengibar), pero a estos les interesaba situarlo en Villanueva de manera intencionada. Esas falsas ubicaciones fueron transmitidas y aceptadas como válidas hasta que se han ido desmontando progresivamente, quedando al descubierto esos montajes.
A este este tema de la manipulación llevada a cabo por Ximena Jurado y otros de los epígrafes y monedas, alude una paisana nuestra María de los Santos Mozas en su Tesis Doctoral : Arqueología del s. XVII – Antigüedades de Jaén.
Por otro lado en toda la documentación de archivo nunca el Castillo de Torredelcampo aparece mencionado como Castillo de La Floresta (error del que ya he hecho mención en varias publicaciones y conferencias), prueba evidente de las interpretaciones que a partir del s. XVII y XVIII se hace de las noticias difundidas por los falsos cronicones.
Espero que estas aclaraciones sirvan de algo, veo por el enlace, que los errores siguen se han anquilosado en la red, y me temo que pese a que la comunidad científica ya ha desmentido reiteradamente la falsedad de esos datos, estos perduraran "per secula seculorum".
Un saludo.
Juan Carlos Castillo Armenteros
Profesor Titular de Historia Medieval
Departamento de Patrimonio Histórico
Universidad de Jaén